Con sus objetos de diseño refinado y en pleno estilo francés, Lalique honra al vidrio en todo su esplendor. El catálogo, siempre rico en nuevas llegadas, incluye esculturas, jarrones y objetos decorativos fabricados con los cristales más finos. Las creaciones de Lalique, que destacan por sus tallas y decoraciones preciosas, brillan de auténtica belleza: basta pensar en Bacchantes y Champs-Élysées, dos jarrones decorativos y ornamentales, o incluso en la lámpara colgante Chêne Chandelier.
La historia de Lalique se remonta a René-Jules Lalique, un gran hombre que con sus ambiciones y su genialidad fundó una marca de gran éxito. Nacida a finales del siglo XIX como actividad especializada en la producción de joyas, Lalique empleaba esmalte y vidrio, flanqueados por oro, ópalos, diamantes, perlas o amatistas. Alrededor de 1890 nacieron las primeras creaciones en vidrio, que René Lalique solía definir como "material maravilloso". Este valor ha permanecido eterno a lo largo del tiempo.
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