Desde sus inicios, ClassiCon es sinónimo de calidad, individualidad y de una estética atemporal. A partir de su creación, la empresa alemana se hizo portavoz del diseño contemporáneo a través de una cuidadosa investigación sobre el futuro gran clásico. Entre sus piezas más icónicas destaca la mesa Bell que, diseñada por Sebastian Herkner y caracterizada por una sinuosa silueta, cuenta con un tablero de metal que parece flotar sobre la base de cristal.
Además de la aspiración a colaborar con figuras establecidas como Eileen Gray y Eckart Muthesius, ClassiCon promueve elementos inexplorados mediante el descubrimiento de jóvenes diseñadores y nuevos tipos de materiales y formas, con el objetivo de conseguir ideas originales. La vanguardia y el amor por lo clásico, los materiales de alta calidad y los métodos de producción se unen en un diseño atemporal, en el que los muebles se numeran progresivamente y quedan marcados de forma indeleble.