Técnico experto y maestro en el arte del cristal, Marc Lalique desempeñó un papel crucial en la evolución estética de la maison Lalique a partir de 1945. Tras trabajar junto a su padre, René Lalique, durante más de dos décadas, dejó su huella en la marca con creaciones como la elegante colección Champs-Élysées, el jarrón Elisabeth y la impactante lámpara Chêne. Su estilo exploraba el contraste entre el satinado y la luz, moldeándolos en expresiones atemporales de elegancia.
Nacido en París en 1900, Marc Lalique estudió en la École des Arts Décoratifs antes de incorporarse al negocio familiar en 1922. Cuando asumió oficialmente la dirección en 1945, inauguró una nueva era al hacer del cristal el material emblemático de la maison. Modernizó la fábrica de Wingen-sur-Moder, renovó los métodos de producción y transformó Lalique en uno de los principales fabricantes de cristal de Francia. A su muerte en 1977, dejó la empresa en manos de su hija, Marie-Claude, junto con un legado sinónimo de lujo y excelencia artesanal.